08 febrero 2008

Una verdad incómoda

Oigo por aquí y por allá que estamos a la puertas de una catástrofe ambiental a nivel mundial. El cambio climático es inminente, la acción del hombre con sus gases nocivos está acelerando este proceso. Los científicos alertan a la población mundial de la futura amenaza. Los políticos del mundo acceden a reunirse con los científicos en el protocolo de Kioto donde se intenta atajar el problemilla. Por supuesto EEUU, después de hacer sus números no aprueba las condiciones del protocolo, tampoco Australia. Al gigante americano, emisor del 25% de CO2 le viene mucho mejor económicamente hablando mantener los ojos cerrados o en todo caso no mirar mucho más allá de su ombligo. Ayer me metí en el Círculo de Bellas Artes donde se proyectaba la famosa película de Al Gore "La Verdad Incómoda"



La película-conferencia nos muestra un panorama inquietante aunque narrado en el tono amable de este ex vicepresidente reconvertido a profeta salvador del globo terráqueo. En ella, bonitas imágenes del planeta azul desde el espacio exterior se mezclan con gráficos alarmantes donde se muestra la evolución alcista sin precedentes del CO2; fábricas humeantes y bellos ríos como en el que Al pescaba durante su infancia y que debemos conservar. Todo ello apoyado sobre la típica maniobra americana de hacer al Gran Hombre más accesible demostrando que los poderosos también lloran. Él mismo nos cuenta cómo aumentó su empatía para con el mundo gracias a diversos sucesos graves que acontecieron en su esfera personal como el accidente de su hijo o la muerte por culpa del tabaco de una hermana.
Lo que nos viene a decir el documental es que si bien la historia del planeta está plagada de cambios climáticos, Eras glaciales alternadas con periodos interglaciales, la acción egoísta del hombre está provocando que el nivel de contaminación en la atmósfera y por lo tanto el calentamiento de la delgada capa sobre la que nos movemos se esté acelerando a una velocidad sin precedentes. En muy poco tiempo podremos ver, si no ponemos remedio, como nuestras costas desapareceran bajo las aguas. A los ejecutivos de Manhatan no les quedará otra que hacer negocios sobre sus yates mientras medio mundo perecerá ahogado bajo los mares. Todos podemos hacer algo, si bien el gran problema no deja de ser político.



Lo interesante de la noche llegó después de la proyección con el debate "El Cambio Climático" que sentaba a la mesa a un experto de cine, al Decano del colegio de Economistas de Madrid, a un representante de Amigos de la Tierra y al Vicerrector de la Politécnica de Madrid, Ingeniero de Minas y experto en Bosques.
En el coloquio pude comprobar que el hombre no solo destruye sin ningún miramiento su propio hábitat, sino que se autoinmola incapaz de conciliar puntos de vista dispares. Cada invitado expuso su verdad parcial, su verdad lateral.

El economista estuvo sembrado hablando de números y quitando hierro al asunto. Total, si nos molestamos en tomar medidas perderemos el tiempo frenando lo que tiene que pasar de todas maneras por causas naturales. Además, la subida del nivel del mar lo que va a provocar en realidad es más riqueza en las áreas más pobres de la tierra que verán como sus tierras se fertilizan por obra y gracia de la Santa Madre Oceánica. Según este economista se está exagerando la consecuencias del cambio climático y las soluciones propuestas para atajarlo, como las plantaciones dedicadas al biocombustible, no son tan beneficiosas a la larga, puesto que chocan frontalmente con la industria alimentaria encareciendo los precios.
A continuación habló el representante de Amigos de la Tierra que echaba chispas después de la exposición del economista y se centró en criticar abiertamente la visión despreocupada de quienes tapan con balances positivos el problema que nos atenaza.

Para equilibrar el barco, el Vicerrector experto en Bosques habló con neutralidad y sin meterse en asuntos de números o política. Sencillamente nos transmitió con objetividad lo que él mismo ha comprobando in situ a lo largo de sus muchos años de viajes. Es más que evidente que el planeta se está calentando, los glaciares y los polos se están derritiendo y nos estamos cargando los pulmones verdes a una velocidad dramática.

Que nos estamos comiendo nuestro propio hábitat natural es evidente. Que economistas, políticos y científicos defienden cada uno su punto de vista segmentado es un hecho. Que el hombre es incapaz de ceder mínimamente un gramo de su parcela de poder o de verdad medianamente aprendida... eso es lo que me quedó claro al final de la noche de ayer.

Me siguen convenciendo más las palabra mudas de la Naturaleza
que los discursos del hombre que se cree su amo y señor, que sigue sin enterarse que forma parte de ella y no al revés. El problema es que aún pensamos que somos únicos, nosotros, los seres más inteligentes sobre el planeta, cuando en realidad el hombre no es más que un bicho molesto sobre la piel de la Tierra al que tarde o temprano se encargará de sacudir de su lomo. Volverán nuevas glaciaciones al ritmo que a la naturaleza le parezca lógico. Se abrirán volcanes. Se separaran y uniran mil veces los continentes y de vez en cuando un zarpazo solar calentará de más por accidente a este planeta azul. Para entonces la humanidad con sus problemas de conciencia ecológica no será más que un recuerdo vago bajo toneladas de estratos fosilizados.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena apreciacion final

Anónimo dijo...

me parece buenísima la foto de tu perfil y la máquina. bexoxxx

Anónimo dijo...

todo me parece un circo no me fio de este señor que se esta forrando apesar de sus muy buen as intenciones