08 mayo 2008

Abusos contra la naturaleza

Hay algo insano en las religiones que prohiben, osea, todas. No llevar la cara descubierta, no comer cerdo, no tomar drogas, excepto vino de misa, no desear a otra persona del mismo sexo, no casarse con un miembro de otra religión... en el fondo sólo se trata de normas morales dictadas a lo largo de los siglos para mantener la estructura social controlada. Normas necesarias en un contexto histórico concreto pero que en la actualidad se alzan como momias polvorientas sobre unas andas movidas por la inercia de unos creyentes ciegos.

Lo insano en este momento presente es ver al Papa subirse a un púlpito desde el que recibe la aclamación de millones de seres, vestido con su túnica blanca, simbolo de la pureza, cuando en realidad está cometiendo el mayor de los atentados contra la naturaleza: no vivir la vida.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

En las afortunadas oportunidades que he tenido de viajar y conocer algo de otras culturas siempre me he planteado la razón última por la que algunas culturas tienen determinadas creencias limitantes. Siempre he pensado que cuando la religión musulmana prohibió comer cerdo fué para proteger a sus fieles de la triquinosis, y cuando prohibió beber alcohol fué para protegerles del alcoholismo y cuando prohibió la poligamia fué para proteger la familia... todo parece tener un razonamiento con una cierta lógica, pero cuando se convierte en doctrina pierde el sentido original y se transforma en una creencia limitante de la individualidad para convertirse en una norma social...
¿Cual es el antídoto contra esto?
La moral trata de diferenciar lo que está bien de lo que está mal, dos conceptos contrapuesto que no existen el uno sin el otro...
Si tú no existieses... ¿No existiría la sociedad?

Eva Bntz dijo...

si tú no existieses, si existiría la sociedad, aunque no la vivieses.
Va a ser difícil encontrar el antídoto. necesitamos normas y límites cuando nacemos para aprender a sobrevivir. Cuando nos hacemos mayores deberíamos romper con las normas que nos proporcionaron durante la infancia para protegernos y educarnos. El problema es que la sociedad no quiere crecer y prefiere vivir en la eterna infancia protegida y paternalista.

Anónimo dijo...

La cuestión es que hay conceptos que no existen sin su contrario, y tú eres de esas raras bellezas que pocas veces se encuentran, una persona que vive su individualismo con la mayor plenitud que la sociedad le ha permitido -o tu empeño en ello-. Por eso lo que yo planteaba es que si tú fueses la última persona en el mundo que vive su individualidad, en el caso de no existir, dejaría de existir su contrario "la sociedad".. Quizás tan solo sea un pensamiento paralelo...

Eva Bntz dijo...

es complicado lo que planteas, yo necesito vivir en sociedad, necesito a la gente, quizá la sociedad no me necesite a mí.

Anónimo dijo...

Somos seres sociales por naturaleza. Yo diría que una persona sin relacionarse con otras tendría dificultades para sobrevivir. Dicen que si un bebé no tuviese contacto físico con personas se moriría...
No deja de ser paradójico necesitar vivir en sociedad y al mismo tiempo tratar de romper las normas que esa misma sociedad te impone.
Quizás el problema seamos nosotros mismos.
Nuestra propia reveldía nos hace vivir en contradiccción permanente, haciendo lo que no queremos hacer y quejándonos por ello. Creí haber entendido más allá de lo que realmente es.
Estoy seguro que te necesita más que tu a ella.

Anónimo dijo...

rebeldía.. ;-)

Eva Bntz dijo...

rebeldía. Es normal tenerla. vivir en sociedad significa aceptar ciertas cosas nos gusten o no, lo que nos gusta siempre se puede mejorar y lo que no nos gusta, podemos intentar cambiarlo. En eso consiste estar aquí, en cambiar permanentemente. Cuando te vas haciendo mayor te va costando cambiar cada vez más, te estancas hasta que te mueres. Conservar o progresar, son partes de una mismo mundo.